Desde el inicio de la pandemia, la resiliencia de las comunidades se ha puesto a prueba día tras día. Para las familias del distrito de Paso Yobai, Departamento del Guairá, la capacitación y el apoyo técnico recibido del Proyecto Paraguay Okakuaa para mejorar sus medios de vida les dotó de más recursos hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia.
Hace tres años el proyecto inició capacitaciones en emprendimientos productivos para apoyar a las familias en el acceso a nuevas oportunidades económicas. Doña Petrona participó de los cursos para elaborar productos de limpieza, y aprendió además técnicas de comercialización y finanzas personales.
Doña Petrona
Al inicio de la pandemia, quedó sin la posibilidad de trabajar en su rubro principal: limpieza de domicilios. En ese contexto, decidió concentrar sus energías en la producción y venta de insumos claves para la descontaminación de todo tipo de superficies. “Y también sigo produciendo desodorante de ambiente, jabón líquido y suavizante para ropas, pero en menor cantidad porque lo que más me piden son detergente y lavandina. Eso es lo que no me puede faltar”.
Incubadora de pollos del Comité de Mujeres de Potrero Santa Clara, obtenida con apoyo de Paraguay Okakuaa
El proyecto Paraguay Okakuaa también apoyó la formación de Comités de Producción que aglutinan a vecinos de una misma comunidad que se organizan para producir y comercializar juntos. Fátima Benítez es la promotora comunitaria que trabajó desde un inicio con el Comité de Mujeres de Potrero Santa Clara, y las sigue acompañando muy de cerca. Comenta que, en el contexto de la pandemia del COVID19, contar con un espacio de organización comunitaria permitió a las familias afrontar mejor las circunstancias, “porque cada problema que surge lo resuelven en comunidad”.
María de Jesús, integrante del Comité, valora que además de la capacitación y el apoyo técnico que recibieron, Paraguay Okakuaa les apoyó con la adquisición de una incubadora con capacidad para 70 huevos, que les permite hasta hoy asegurar un ingreso fijo fruto de la producción de pollos. “La incubadora está en mi casa, pero todas las socias del Comité compartimos su uso. Mis compañeras traen sus huevos y aquí quedan, hasta que nacen los pollitos. Estamos muy felices y estamos muy agradecidas con el proyecto”.
Done hoy para que podamos seguir empoderando a las comunidades en Paraguay y en todo el mundo.
María de Jesús with Fátima Benítez
From the start of the pandemic, the resilience of local Paraguayan communities has been put to the test daily. For the families of the Paso Yobai district, in the department of Guiairá, our Paraguay Okakuaa project, funded by the U.S. Department of Labor, provided them the capacity building and technical assistance needed to improve their quality of life and confront the economic consequences of the pandemic.
Three years ago, the Paraguay Okakuaa project initiated activities in productive enterprises to support families in accessing new economic opportunities. One community member, Doña Petrona, participated in the project’s courses to develop cleaning products and was also able to learn the technical skills of commercial administration and personal finance.
Ms. Petrona
When the pandemic hit Paraguay, however, she was left without the possibility of working in her primary line of work: house cleaning. As a result, she decided to concentrate her efforts on the production and sale of key cleaning supplies for decontaminating surfaces. Ms. Petrona said, “I also continue to produce air-freshening sprays, liquid soap, and fabric softener, but in smaller quantities because most of the demand is for detergent and bleach. I always have to make sure those products are well-stocked.”
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Chicken egg incubator from the Committee of Paddock Women of Santa Clara, obtained with the help of Paraguay Okakuaa
Paraguay Okakuaa also supported the creation of the Committees of Production, which brings together community members to encourage them to produce and commercialize together. Fátima Benítez is a community promoter who has worked with the Women’s Committee of Potrero Santa Clara (Comité de Mujeres de Potrero Santa Clara) from its initiation. She says that, in the context of COVID-19, being able to rely on a space for community organization permitted families to better cope with the circumstances, “because every problem that arises, we address as a community”.
María de Jesús, a member of the committee, values that in addition to the capacity building and technical assistance that the group received, Paraguay Okakuaa assisted them in acquiring a new egg incubator with a capacity of 70 eggs, which allows them to secure a consistent supply of chickens. María de Jesus said, “the incubator is in my house, but myself and the rest of the members of the committee share its use. My colleagues bring the eggs and they stay here until the chicks hatch. We are very thankful for the contributions of the project.”
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